Abel Castro comenzó este viaje con el fin de acercar la fotografía artística a las mentes inquietas que querían desafiar el status quo. Y así conseguir que la luz transformara una imagen en una obra de arte de la mano de Profoto y Olympus.
Su gran reto era con dos flashes y una cámara disparar la creatividad de los asistentes. La simbiosis del Profoto B10 plus y las Olympus ha dado a luz (nunca mejor dicho) un tour que ponía a prueba la lógica de la fotografía: las normas quedaban relegadas a un segundo plano, mientras la excelencia de un Profoto y de una Olympus trabajando a la par parían resultados que escapan a la imaginación.
Una de las máximas que el creativo ha querido mantener en todo su trayecto es que la fotografía no conoce normas. Su gran ironía ha sido su mayor fortaleza: hacer talleres para “desaprender” la fotografía enclaustrada y aprender la fotografía artística, toda una oda a la autoexpresión a través de la iluminación, alejada de los límites normativos. Porque todos tenemos una historia que contar, y con una Olympus y un Profoto podemos relatar nuestra idea en una imagen memorable.
Ser creativo es una forma de vida, y la fotografía es uno de los lenguajes que podemos utilizar para expresarnos como creativos. Abel Castro ha querido ofrecer en este tour junto a Profoto la herramienta que da voz a muchas personas, que reúne a auténticos peregrinos por la causa.
Fotógrafos, amantes del arte visual, pintores de flashes y cámara, hemos terminado por este 2019. Pero quién sabe lo que nos depara el futuro. Solo deseamos que la próxima vez, sean más kilómetros que podamos transformar en sonrisas.