La luz es el primer ingrediente que los fotógrafos utilizamos en la confección de nuestras fotografías, y la dirección de la luz puede ayudarnos a que nuestras fotos tengan el mensaje que queremos que tengan.
En función de la dirección de la luz podemos realzar unas texturas o minimizar arrugas o imperfecciones en una piel, podemos enseñar una alegría o insinuar una emoción, incluso crear una atmósfera para acompañar una imagen.
En función de la dirección haremos que las sombras cambien (sí, las sombras existen), así que tendremos que pensar donde colocamos el flash, tanto en dirección horizontal y como en vertical.
La dirección de la fuente de luz puede ser en horizontal (dibujo 1) o vertical (dibujo 2)
Recordemos que en función del modificador de luz que utilicemos tendrá un impacto directo en la fotografiar y por resumir todos los ejemplos los haremos con un beauty por ser el mas utilizado en fotografía de estudio.
Una luz frontal a la altura del rostro crea un retrato sin sombras, con luz plana.
Al subir y colocarlo a 45ºv comenzamos a darle volumen al retrato y creamos una sombra por debajo de la nariz y cuello.
Colocado a 45 v y 45 h ladeamos las sombras (luz 45 2)y colocado a 90 h y 0 v iluminamos solo la mitad del rostro.
Éstos ejemplos son los típicos para ilustrar la incidencia de la dirección de la luz y como de una manera rápida podemos cambiar la intención de nuestra fotografía.
Si incorporamos un segundo flash tenemos la opción de corregir las sombras o minimizarlas, de utilizar una luz de recorte como medio para separar la persona de un fondo o simular una entrada de sol al pelo y darle brillo.
Las opciones son infinitas y ceñirnos a los esquemas clásicos reducen nuestra creatividad por eso el buscar la segunda opción es el comienzo de miles de posibilidades