Elegir la cámara con la que quieres trabajar es una decisión muy importante en la vida de cada fotógrafo. Y no menos importante es elegir el software de revelado. ¿Qué es lo que hace que te decantes por uno o por otro? ¿Qué es lo que te hace convencerte de que tu decisión es la correcta y que el elegido cumple todas tus expectativas?
En el mes de noviembre lanzamos la campaña #miexperienciaCaptureOne para conocer la experiencia de usuarios de Capture One y recopilar las razones que llevan a utilizar este software de revelado.
Jesús Keller resultó ganador del concurso, en el que consiguió un pack de estilos de película exclusivos de Alex on Raw, pero lo mejor de todo es que podemos compartir su experiencia. Como él nos cuenta, ha pasado recientemente a primera linea de playa, lo que le permite disfrutar, como una afición, de la que ha sido su profesión durante 48 años de su vida. Y es así como nos transmite que sigue disfrutando de la fotografía desde otro punto de vista.
48 años en el sector dan para mucho, y ya ve muy lejos sus inicios con Photoshop, Sony y su Mavica, el Imaginator de Dicomed, el PaintBox de Quantel, los respaldos de barrido, y un largo etcétera que Jesús define como el principio de su era digital particular.
Jesús y Capture One
Su primer contacto con Capture One fue tras surgir la oportunidad de trabajar junto al equipo de Argazki S.L., empresa que necesitaba en aquel momento efectuar el cambio a digital, apasionante es su narración de lo que se ha convertido en un idilio con el procesador raw:
“Empecé a disfrutar del entonces magnífico respaldo Phase One H20, para pasar en poco tiempo al H25, con el cordón umbilical al Capture One. Con otra licencia más, podíamos trabajar con la Canon EOS1DS Tethered con un Powerbook. Increíble el desarrollo del software, lo que podíamos hacer entonces, que nos parecía suficiente y maravilloso, hasta lo que podemos hacer al día de hoy. Sigo enamorado de él aunque de momento me haya quedado en la versión 10”.
Y así es como Jesús incluyó en su equipo Capture One y decidió que sería su editor de imagen. Actualmente se identifica con varios estilos fotográficos: gastronomía, paisajes y naturaleza, imágenes abstractas y temática industrial, que es el ejemplo con el que ilustró su experiencia.
Aquí podéis ver el antes y el después: