Ya hace un tiempo que trabajo con los flashes Off-Camera Flash de Profoto, el primer gran atractivo que encontré en este sistema fue su tamaño y portabilidad. Siempre se ha dicho que, con la experiencia, los fotógrafos tendemos a minimizar nuestro equipo y herramientas, esto es una realidad y ya no solo por comodidad, cuanto más definido tenemos nuestro estilo y más perfilada la técnica, más trastos (“trastos inútiles”) quitamos de nuestras maletas.
Actualmente dispongo de un Profoto B1 con un paraguas XL, Un Profoto OCF beauty dish y el nuevo OCF Zoom Reflector, con ello puedo cubrir el 90% de los trabajos que realizo en exteriores en el mínimo espacio y con un peso muy liviano.
En definitiva, tenemos un equipo muy reducido de tamaño y con la capacidad de adaptarse a las necesidades de cada momento.
En la gran mayoría de mis trabajos, Profoto se adapta perfectamente a mis necesidades. Por lo general mis trabajos en localizaciones ocupan prácticamente la jornada completa, por ello, nos toca enfrentarnos a todo tipo de luz, desde la más suave, hasta la más dura…el poder trabajar y dominar hasta las situaciones más difíciles hacen de los Profoto unas máquinas inigualables.
En el último shooting que mostramos en el vídeo, probamos el B1X. Prácticamente pudimos acabar el encargo con tan solo 1 batería, no tuvimos que prescindir de trabajar durante las peores horas de luz, cuando más duro era el sol, pudiendo disparar a la velocidad de 1/8000 en sus nueve pasos de potencia.
Con el Zoom reflector podemos aumentar en + 1.2 stops la potencia, pudiendo dirigir y ajustar el ángulo de luz desde los 55 hasta los 85 grados en un simple movimiento. Decimos adiós a los problemas de sombras incluso disparando a varios metros y con la chica moviéndose rápido.
Todas estas mejoras nos dan seguridad, fiabilidad y nos hacen los trabajos más fáciles, sin olvidar que podemos utilizar el TTL para agilizar todavía más. Sin duda alguna, para mis exigencias, es el mejor flash para localizaciones, con la potencia necesaria y sin cables.